viernes, 23 de agosto de 2013

Creación

Cuando me hiciste Señor, mi camino estaba ya trazado.
Sabías que me caería y tendrías que levantarme.
Que volvería a caer y tomarías mis manos ayudándome a ponerme de pie una vez más.

Me concediste virtudes y también defectos.
Sabías que si sólo tenía virtudes podría envanecerme,
Pero al tener defectos me diste el trabajo de superarlos.

Cuando me hiciste Señor me entregaste obreros del amor,
quienes me darían las herramientas que me ayudarían a  creer en Ti
a amarte y para que en los momentos de angustia y desconsuelo buscase refugio en Ti.

Tus maestros fueron de primera Señor.
Lograron el objetivo que les pusiste en sus manos.
Y hoy que consideraste terminado su trabajo
les has llamado al descanso...

No hay comentarios:

Publicar un comentario